martes, 11 de octubre de 2011

UNIDAD DE LAS RELIGIONES CELTICAS

En la religión de los celtas hay algo que llama la atención: la eminente dignidad de los ritos agrarios, situados junto con sus mitos en la vanguardia de la vida religiosa. La fecundidad, la fertilidad, la vida… fueron siempre la preocupación dominante de estas cofradías orgiásticas y siempre tendieron la mano, por encima de las religiones políticas, al pastor y al labrador. En segundo lugar, la elaboración de un sistema metafísico y moral dentro de la religión: la preocupación por el alma, por su origen y destino, el mundo de las almas y de los muertos, el mito del mas allá, se situan en el primer plano de las representaciones, del mismo modo que los ritos agrarios se colocan en primer plano del ritual.

La existencia de un sacerdocio panceltico que se sitúa en los orígenes de la raza, debía asegurar cierta unidad a las religiones de los diversos pueblos celtas. Esto es debido a que las diversas religiones celticas no nos han llegado del mismo modo a causa del desarrollo de los diversos pueblos célticos. Asi, la Galia en tiempos de César estaba más avanzada que Irlanda. Por otro lado, para la Galia, donde los testimonios proceden de de los geógrafos Griegos, conocemos bastante bien el ritual solemne, pero de ninguna manera la mitología. Para Irlanda, cuyas fuentes son poemas épicos y líricos recogidos posteriormente a la muerte de la religión celtica o bien durante su agonía, poseemos por el contrario un conjunto de cuentos y leyendas, sin saber nada preciso acerca del ritual. En cuanto a la literatura Galesa, constituye un milagro el que contenga elementos de religión bretona ya que se formó en un país cristiano, romanizado y mas tarde colonizado por los Irlandeses.

A pesar de estas dificultades, hay señales de una identidad profunda; los celtas británicos de la Galia, de Gran Bretaña y del Valle del Danubio, por ser de una misma familia y estar unidos por diversos lazos, tuvieron dioses comunes o con el mismo nombre. Pero los goidelos y los celtas británicos insulares o continentales los poseen igualmente; si su número es más restringido se trata de dioses importantes. Lugh, el gran dios solar, es epónimo en Lugdunum, representado en España por los Lugones. Es Taranis, el dios del rayo, representado en Irlanda por un héroe poco conocido, Torná. Esus, dios Galo, figura en el nombre teóforo irlandés Eogan (=Esugenos). Goibniu, el dios-herrero de los goidelos, tiene un equivalente britónico cuyo nombre se halla representado por el nombre teóforo de Gobannilio, el tío de Vercingetorix.

Al nombre del dios galo y bretón Camulus corresponde el del héroe Irlandes Cumal, padre de Finn. A la diosa goidélica Brigitta correspondía una Brigantia britónica. Es preferible abstenerse de buscar homónimos de los dioses irlandeses entre los personajes de los Mabigonion galeses, en razón de los elementos que los galeses han podido tomar de las tradiciones irlandesas.  Mannawyddan no es otro que el dios del mar Mannanan. Cabe, sin embargo, imaginarse un viejo fondo de cultos y de mitos comunes conservados desigualmente.

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