En Irlanda
se produjeron una serie de acontecimientos políticos que dieron una
cierta organización, desde luego muy fragmentaria, a este conglomerado ético
que comprendía aborígenes, goidelos, pictos, bretones, belgas…… Esta
organización condujo hacia la época de San patricio a la institución del reino
supremo de Irlanda, el reino de Tara. La fuerza y la salud que éste dio a
Irlanda se invirtieron en expediciones al exterior y se manifestaron en
civilización interior. Es el período de la historia de Irlanda en el que se
sitúa todo lo que hay de histórico en los dos ciclos de epopeyas irlandesas, el
ciclo de Ulster y el de Leinster.
Sobre estos acontecimientos carecemos de
documentos directos, y los escritores griegos y latinos contemporáneos casi
ignoraron Irlanda. Debemos contentarnos con algunas informaciones de buena
calidad que de ellos hemos recibido. La mitad de los 16 pueblos costeros
nombrados por Ptolomeo son identificados de nuevo, y un párrafo del polígrafo
Solino, enseñándonos que no hay serpientes en Irlanda, descansa sobre una
tradición auténticamente irlandesa…. Porque los irlandeses han atribuido la
gloria de haber desembarazado la isla de serpientes a San patricio o a Finn Mac
Cumhaill (según el caso). Los desterrados de Irlanda informaban bien a los
jefes o a los gobernadores romanos a cuyo servicio se encontraban. No poseemos
más que retazos de lo que pudieron contar.
En cambio, tenemos una cantidad considerable de
informaciones directas suministradas por los textos épicos, las leyendas
locales, las leyes y, por último, los anales. Estos últimos son documentos en los que se conservan las listas de
dinastías y genealógicas. Sin embargo,
están llenas de fantasías, y apenas mencionan otra cosa que sucesos extraordinarios
que se salen de lo normal, y dan una imagen bastante imaginativa de la
verdadera historia. Todos estops datos fueron recogidos por Eoin Mac Neill, en
los últimos capítulos de sus “Phases of Irish History”.
Una novedad que presenta Irlanda durante los
primeros siglos de nuestra era
son las tropas de los Fianna, es decir, tropas
permanentes de soldados profesionales que tienen su epopeya en el ciclo llamado
de Leinster o Finn, y que tanta falta hicieron más tarde en Irlanda.
La evolución política de Irlanda se sitúa entre
dos términos: la existencia de cinco reinos iguales y autónomos en los tiempos
de Conchobar Mac Ness, rey del Ulster (el rey de la epopeya del Ulster, cuyos
anales lo hacen, con mayor o menor veracidad, contemporáneo de Jesucristo), y
la fundación del reino de Meath como dominio de un monarca supremo, con tara
como capital, en 483. Una fecha intermedia se desprende en el curso de los
anales: el reinado de Cormac Mac Art, rey de Connaught hacia 275, que conquistó
Tara. Con esta conquista de Tara por Cormac, se relaciona la idea de la
fundación de una realeza suprema a favor de los reyes de Connaught.
La época de Conchobar es llamada Aimser na
Coicedach, “el tiempo de los cinco quintos”. Irlanda estaba dividido entre los
reinos de Ulster, de Connaught, de Leinster del norte, de Leinster del Sur y de
Munster. Tara pertenecía al leinster del norte, Ulster estaba muy extendido
hacia el oeste. Las fronteras de Munster con el Connaught y el leinster han
variado poco; pero no es por este lado donde es necesario buscar grandes
cambios, sino por el de las fronteras del Ulster y del leinster con el
Connaught.
La epopeya del Ulster nos muestra precisamente a
toda Irlanda unida contra este desgraciado país bajo el mando de los reyes de
Connaught. Poco a poco, el Connaught se
extendió hacia el este a costa del ulster, que redujo los condados de Down y de
Antrim, y del leinster del norte, que acabó por ser absorbido enteramente.
Estas consquistas crean su hegemonía, llegando a comprender la mitad de
Irlanda.
Hacia el 150 las gentes de Connaught ocupan
Uisneach. En esta fecha, el reino de
Conchobar está totalmente cambiado; por otra parte, es casi enteramente picto.
Una segunda etapa está marcada por la ocupación de Tara por el rey Cormac. La
tercera, por la destrucción del reino de Ulster por los desterrados de Connaught.
El reino único de Ulster se dividió en dos: el reino de Argialla y el Ulster
propiamente dicho.
Hacia 400, en tiempos de Niall el de los Nueve
Rehenes, el Ulster se halla todavía reducido al sudeste, mientras los hijos de
Niall se apoderan de lo que conservaba al noroeste, en el condado del Donegal.
El año 483 se señala por la batalla de Ocha, que conduce a la separación de la
dinastía de Connaught
de la dinastía suprema, que queda unida a la posesión del
reino de Meath con Tara.
En ese momento, Irlanda cuenta no ya con cinco
sino con siete reinos, a saber: Meath, Connaught, Ailech, Oriel o Argialla,
Ulster, Leinster y Munster. Los seis últimos están subordinados al reino de
Meath. En esta forma encuentra San Patricio organizada Irlanda algunos años más
tarde. La primacía de Tara se encontraba todavía lo bastante indecisa para que
el santo estableciera su residencia no en Tara, sino en Armagh. El Leinster no
se había resignado, después de siglos, con su decadencia, ya que atacaba de vez
en cuando al Connaught y al reino de Meath…. Pero de todas maneras, la unidad
estaba virtualmente realizada. Los Irlandeses representaron Irlanda o su
monarquía bajo la forma de una princesa sublime, que es la esposa mítica o
metafísica del rey de Tara; esta concepción se expresó en poemas de una belleza
a veces maravillosa. Por otro lad, la distinción de los goidelos con esos Aithechta tuatha donde se encontraban
confundidos todos los grupos no
goidélicos, se fue borrando hasta el punto que se ha hecho figurar en la lista
de los grandes reyes prehistóricos a un iverniense, Ederscel. Y, sin embargo,
fue a fines del siglo I cuando se produjo esta famosa revolución, desde luego
efímera, de los tributarios que la dinastía de los Connaught expulso a la Gran
Bretaña, acaso poco después de la época agrícola. Pero la dinastía expulsada
volvió más tarde con Tuathal Teachmar, más potente que nunca.